Deje de pelear un momento con la vida,
la lucha de mi alma fatigada;
la pregunta sin respuesta ,
el hambre de lo desconocido.
Todo lo efímero,
todo lo que me ha dado el tiempo
lo que me ha quitado la vida.
No sabiendo quien eras
y no se si fui yo
el que te encontro, o tu
me encontrastes a mi.
Recuerdo aquellos juegos de barrio
los dias sin merienda,
aquel rincón que fue mi refugio,
las canicas en el bolsillo;
el rencor de lo que no fue mío.
La mañana colorida; que fue
entre otras, la luz que alumbrara
el dulce carmin de tus labios.
Tu! la estrella de mi vida,
el recipiente rojo de mi mirada,
Tu!, tu alma que no sería mía.
Y ante esta canción de tu recuerdo
a repicado tu nombre como una campanada.
Recuerdas, aquel traje azul de colegiala?
el juego de manos, que deseosa jugabas;
las calles bulliciosas de tu esquina
que si hablaran,
murmuraran mis suspiros.
Tu, tan inocente con el amor escondido
como el grano que no ha sido plantado,
como el pájaro que no ha llegado a su nido,
como la flor que no se ha abierto a la vida.
Yo; yo recuerdo, el susurro de tu ausencia
por la luz de tus ojos, que se había ido.
hubo tardes en que tu rostro pensante
volaban a lugares remotos;
y yo menesteroso por acariciar tus manos
abrazar el cuerpo azul
que me hacia suspirar, suspiros,
suspiros ignotos.
Aun recuerdo tus labios rojos
tu pelo suelto, tu paso inquieto,
la llave que guardabas entre tus manos
quiero decir, la llave a mi corazón invento,
caminando sigilosa, entrabas.
Yo recuerdo, los regalos consentidos
las incoherencias de mis locuras
los moretones en mis rodillas;
lo tenia todo y lo que no tenia, nada urgía,
lo que deseaba era tu alma cerca de la mia.
Hoy tal vez mi voz sombría,
acaso con un leve rastro de melancolia
pero hoy te digo:
Aun, guardo el poema de tus labios, escrito
en el fondo del alma mía!
Autor: Hilario de Jesús Esteban lópez.