GARZUL
Era una muchacha loca
le conocía muy bien
anduve algunos años
alocando la efímera existencia
acompañando sus pasos perdidos;
de ojos garzos,
tez anglo,
labios delineados como botones de rosa
de cuerpo blondo, contornada por manos divinas
con lunares su cuerpo
a manera de estrellas en el vasto cielo
su sonrisa divina
la funda de sus hombros
bañaba hacia su pecho
un collar de tatuajes
que recitaban su loca vida.
Yo viejo,
mas de una decada sobrepasaba yo su edad
de mirada tosca,
rostro reprobo,
de pensamientos vagos
pecador de nacimiento.
no coindian nuestros pasiones
nuestros deseos pecaminosos
eran incoherentes
de joven hubiera dado mi vida
por la de ella,
testigo fui de los cristales
tibios de sus lagrimas,
de la febril seda
de la piel de sus manos.
Coincidimos en el laberinto de la vida
Ella era por mi, en los bajos cataclismos de mi vida;
era yo
el soporte en el momento catastrófico de su existencia.
Autor: Hilario E. Lopez