AQUI
Hay vicios delirantes
que son como boyas sin remos,
efluvios narcóticos que te alejan de la realidad.
Olas del tiempo que saludan
en las tardes frías de invierno.
Yo, no puedo decir como
Juan Crisostomo Ruiz de Nervo:
"Por ti lo dejo todo".
Pero por ti, el verso desquiciado exacerbo,
por ti, se acumulan las ojeras
como charcos de lodo.
Las flores te brindan sus sonrisas en algún recodo,
a tu voz las lilas revientan erguidas,
y las rosas te rindes sus perfumes vencidas.
Por ti,
mi mano en el verso tiembla,
la tarde borracha de cantos jilgueros se envenena
buscando el abrigo en su ala atrevida.
Y si me dijera tu sagrada boca: ¡VEN!
buscando en el verso el camino que perdi,
te has equivocado.
Vuelve al umbral del poema,
al profano altar que fue nuestro,
porque siempre como un fiel soldado,
prefiriendo la muerte antes de negar su puesto;
Por ti, sin la falsa osadía de un gesto,
Yo el delirante de tus besos;
¡sigo aqui!
Autor: Hilario Esteban Lopez.©