PENSEMOS
En el cenit de la noche,
en ese lapso de somnolencia y exctasis
o en el inevitable
final de la vida;
en ese minúsculo momento
en ese suspiro convergente
entre la realidad
y el aquilón de la muerte;
donde todo llega a su fin...
nada tiene precio,
la ganancia merecida o inmerecida
el amor genuino,
aquel profano amor;
la caricia de la bondad,
las garras del rencor mezquino
insipido es el momento,
Inevitable la caída.
Estaré solo?
talvez.
ninguno orgullo
talvez, no tan solo!
Responde el alma:
Dios y yo.
Autor: Hilario esteban lopez.©