I
el mundo ruidoso de los acorazados moustros
viviendo en el laberinto semioscuro bajo la metropolis
la urbe en la que me pierdo
y entre los sonidos inaudibles
voces perdidas, estrepito de vagones
un niño que llora, el indigente que mendiga
el analitico, el universitario, el carpintero,
la dama de escote , el seno desnudo de una madre,
el guardia que vela sus ojos, leal al deber;
un trinar de monedas regadas al piso,
earphones colgando de las orejas, olas de jentes
Amotinadas, se abalanzan haciendo retroceder mi paso
Al tiempo que desgrano sobre mi mente un tumulto
De emociones, que despiertan la fluidez sorba de mi corazón
Y el aleteo de voces Caen a mis oidos como
Inusitados balbuceos, siento la inercia ferrea del viento
Envolvente de los bagones, las luces intermitentes de la alarma
Que me despierta y un brillar de perlas en el terso cuello de una dama
Pareciera ser el encanto de venus, la columnata que es una rustica mole
Tras su espalda la delinea unica diosa de la sensualidad, sus labios,
Sus agatados ojos, brillan formando una combinacion exquisita con su
Cuerpo que es un eco erotico tras el casimir de costura italiana,
pero ella no eres tu,
ráfaga de viento, despeina su pelo.
II
voces que se mezclan, con el trinar de rieles,
te buscan mis ojos, y el olor a encierro
en aquel laberinto de trenes, cabalga en el aire
como embrujando cada rincon,
el audible sonidos de celulares sin contestar,
los que hablan,
los que texting, cada uno sumergido en un mundo diferente
El aleteo del viento anuncia la llegada
Intermitentes luces rojas anuncian
Impetu colosal asesina el espacio
Y un enjambre de jentes se amotinan
Y desaparecen todos a la vez ...
me apretujan, me despiertan del libido
y caye al pensamiento tu nombre perdido
se detiene el tiempo, y el mundo en que vivo desaparece
el ruido cesa, como un silencio barbaro
solo pienso en ti...
V
...y olimos el olor de nuestro aliento
y eramos brasa al fuego
teas sin consumir...
y olvidamos todo
hasta gemir.
Hilario Esteban Lopez