La tierra abrió su boca
canto el jilguero
amaneció la hoja
desposeída del árbol,
el astro en su ópalo injerto
jugueteaba a hurtadillas con un arrebol.
La naturaleza engendra sus hijos
desde el terrón abierto,
cuando el virgen rayo del sol hiere,
antes que remoje humedad,
tu recuerdo matutino ha posado
como una gota fértil
sobre mi honga palabra.
oh vida de mi amor!
aruñas mi verbo apasionado
sin tocar minúsculo mi cuerpo
renaciendo como un trillado césped
danzando de belleza desde mi corazón árido
y te nombro acorde plus cuan perfecto
sin temor a ser sancionado de analfabeto
porque llevo en la sangre el errático gen
de un ser humano.
Y te amo
como un cenobita amaría lo profano.
Autor: Hilario de Jesus Esteban Lopez. ©
julio 2016. ( tomado de "Detalles")