"AZUL MARINO"
Era un quince de septiembre
entre tumultos y laberintos
donde el azote de la escasez
hacia escarnio como a hijo ajeno
a mi tonta niñez.
Mi madre tenia una falda de lana azul marino.
Yo como he visto cara a cara
rascando la testa a la pobreza,
soñando con castillos aun de aire inmerecidos;
recuerdo como un suspiro del ayer
su tersa cara, su semblante perdido
por la incertidumbre en cada atardecer.
Las fiestas patrias eran las mas bellas
despertando en mi, replicas de lucidez
en ese despilfarro de juventud recién nacida
había en cuerpos compañeros,
uniformes de gala recién comprados
sin aja del tiempo, con olor a nuevo.
Yo aprendí a reir , a gozarme al ver
rostros felices por sus estrenos;
ese quince no era la excepción,
algaravia indigesta en labios ajenos.
Ese día, mi madre;
como una bandera en manos de un cadete
Ella ponía frente a mis atónitos ojos
aquel pantalón, sin rasgo zurcido,
planchado, con lineas remarcadas,
de costura imperceptible.
Con tímido orgullo, desconociendo el hecho
de oreja a oreja la risa,
mi corazón no cabia en mi pecho.
Era mi primera vez, que vestía un pantalón
especial para la ocasión.
Meses atrás, Ella había deshecho su falda azul marino,
cortó, remendó, con ingeniosa maestría,
puesto el mismo botón al ojal,
trasnochando en inclemente desvelo,
aguja al hilo, hilo a la tela,
pretina lado a lado transversal
para que yo, caminara orgulloso,
vistiendo aquella prenda
fabricado por sus propias manos,
extraído desde el cobertor de su regazo,
para que levantara mi mentón cívicamente,
marchando entre los bien vestidos
levantando mi mano sobre mi frente.
Ella es y sera mi Madre para siempre.
Autor: Hilario de Jesus Esteban Lopez.©
2017
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