CONDECORACIÓN
Puedo imaginarme el volátil
unguento de los perfumes
la algaravia adormecedora en los altares,
el cuchicheo de bocas extranjeras
y el compas de pianos en la tarde;
pero también la palabra rebuscada de la ceremonia,
el suspiro aderezo de lo disertado
desde el pecho de las doncellas.
Los brazos extendidos, como una felicitación al triunfo,
progenitores exacerbados de sano orgullo,
sus hijos condecorados con las miradas,
y tu?
Y tu buscando con la mirada
vertiga de emoción el beso de un padre,
la cara sucia de felicidad de este ausente
que hoy te escribe.
Hija mia,
celebra mi alma,
¡Y te saluda!
pero mis manos complejas
celebra mi alma,
¡Y te saluda!
pero mis manos complejas
en la hondonada de la melancolía,
me traicionan;
me traicionan;
se me hace mas sensato escribirte,
que ahogarme en el pozo del silencio,
difuminarme en la distancia, sería un suicidio,
prefiero el verbo como un beso en la palabra.
aquel brazo fuerte , debil acaso por la incapaz fortuna
de no poder abrazarte,
mis labios taquicardios de alegria
agridulces a la vez, pronuncian tu nombre,
añorando fiel tus flecos posarse sobre mi hombro;
si ves que tiemblan mis consonantes en el verso,
es el viento que acaricia mi corazón que delira,
si sobre tu mejilla rodó una desleal lágrima
llegará mi suspiro como un heraldo de apresto
a acompañar tu mezclada emoción.
Si tarde,
imploré estos versos
imploré estos versos
es por que el tiempo franquea mi paso
o es que esperé la misiva fotográfica
para brindarte el vaivén de una carta;
Por hoy hija
para mi oido, basta el sonido de tu sonrisa,
el aleteo albo de tu voz,
para mi trémulo corazón,
me basta tu amor.
Autor: Hilario Esteban Lopez©
Octubre 27, 2019
Maravillosa y exquisita misiva. Tu verbo acaricia y llega a pesar de distancias y tiempos…
ResponderBorrarPrecioso y emotivo, querido Hilario. Un verdadero placer.
Abrazo grande, y feliz noche.