Como un emo tras mi pecho
se esconde fatigado tu amor
me arropa con un disfraz indiferente
con la lobreguez del olvido,
ciñe sus lomos un cinto púrpura
cuando suena susurro tus labios.
A la luz de su abandono
aferrado como quien lucha por no caer al abismo
busque a la hora del encanto matutino
mi pincel chorreado,
el pigmento ceniciento de nostalgia,
el movimiento enardecido sangraba en silencio;
y me di cuenta que mis ebrias manos corrompían el color
vituperaban el albo lienzo; hay un motivo promiscuo
no puedo evitarlo
no pude robarle al arte el olvido de tu amor.
Cultive lilas, crisantemos,
tulipanes dorados, purpuras margaritas,
rasgue el terron de la tierra,
incruste tuberculose como queriendo enterrar tu recuerdo
nacieron brios los colores
eran los hijos de la tierra
eran los minutos de tu amor
y no pude olvidarte.
Me dio por retomar la piedra
reconstruir barreras,
cincelar a mano alzada la cantera,
untar de cal mis manos,
tirar la linea,
nivelar la calzada
y tu amor como un fantasma seguia allí
a pie descalzo sobre la calle embaldosada.
Te llevo como un tatuaje en mi piel,
como un bemol atado;
como una citara disyuntiva
se aparean las ansias de tus besos
forcejeando entre mi alma
y mi mente pensativa.
Por fin busque el recodo apacible
en mi frenetica lucha por olvidar tus besos,
hinque rodilla en las esferas sagradas,
como un cenobita se atacaron en mis labios los rezos
Dios sabe el conflicto de mi lucha
mi alma enferma, la pasión y el hastío;
apretando el suspiro sobre mi pecho
de este fingido corazón
que sigue siendo mas tuyo que mío.
Autor: Hilario de Jesus Esteban Lopez©
2016
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