Me gustaba morderle las palabras
y tragármelas con su saliva.
bajarme como un arácnido, por su cuello,
somnoliento y perezoso.
somnoliento y perezoso.
aprendí el braille
en la pagina de su cuerpo.
Aprendiendo,
cerramos la puerta.
cerramos la puerta.
fue su mirada de mujer silenciosa
un standard de elocuencia,
su alma a mi alma.
siendo boca a la carne,
poro a poro.
fieros en ardida lucha,
injertos de carne y hueso.
devoramos las horas estivales
injertos de carne y hueso.
devoramos las horas estivales
rendidos como dos animales.
Autor: Hilario de Jesus Esteban Lopez.©
2013
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