Mi soneto es rebelde, ola quebrada
No condiciona el amado ritmo
Ni la estrofa bien medida, entonada;
Perdón si al que lee, suena pésimo.
Pues no pretendo el rebuscado verbo;
Desmedir un halago hipócrita
O fingir un acomedido acervo;
Ni la erudición de mi voz escrita.
Me basta ritmear, aunque sea sin razón
El bemol, la corchea, la semifusa
El ritmo timbrado a su corazón.
Aunque suene su voz tan difusa,
Aunque su recuerdo parezca canción;
¡seguira siendo a mi alma, mi musa!
Autor:
Hilario de Jesus Esteban lopez
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