RECONCILIADA
( a mi madre)
Aun escucho tus llantos
forzada como una gaviota
tal presa en las fauces de la fiera.
Tu alma pura se desvanecía
¡Oh madre mía!
Sin embargo cayo doblegado a tu regazo
el que vencedor pretendia,
al final del camino.
fue de amor su decadente día,
metamorfosis de dolor toda su vida.
Te llego él a amar ,
sin la minúscula cobardía.
¡Oh madre mía!
tu el eco en el valle de mis rezos.
En mi corazón viejo de tanto pensarte
esta tu casa;
vives reconciliada sin una queja de venganza.
Autor : Hilario de Jesus Esteban Lopez©
2018
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