SIN RETORNO
(a mi padre)
Aun serpentea la voz melancólica
por aquel gran amigo
que en su cuna de tierra
no volvera jamas.
Me hablan las zisas de los ladrillos,
los alambres enrollados en las terrazas,
el color de mi piel que tiñe
tiempo en desolación.
Su palabra fue libro
de sabia longitud su consejo;
las mesas servidas en los mesones
murmuran en sotovoce su nombre.
Juntos herimos la cal,
martillamos la piedra.
Iliadas y odiseas invente
con el tutor novedoso de su voz;
bajo el ala de la tierra
con silencio amordazado a dura lucha...
se fue.
Autor: Hilario de Jesus Esteban Lopez.©
2018
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